lunes, 6 de julio de 2009

He conocido a ese reptil de mirada esquiva
cuyas garras
se anclaban a la nube de niebla
que trepó por mi esófago
para escupir
la voz ensangrentada
que envolví
como bebé muerto
en tus manos.

He sido ese animal herido
cuyos ojos rojos
temblaban
en el jadeo de la noche
y prefirieron acallar los gritos
fingiéndose muerto.

He renunciado al poder
para adquirir mi falsa indefensión,
he utilizado tus tijeras de acero
para cortar mi cuerpo
y regresar sangrando
bajo una ráfaga de alfileres de seda
al útero canoso,
donde;
bajo la mirada inyectada
y los dedos ensordecidos
pueda protegerte.

domingo, 5 de julio de 2009

Conocí por primera vez a mi padre hace dos años. Tenía tanto miedo que no podía mostrarme, el mismo miedo que hoy me impide pedir que me salven. Uno es para sí mismo su peor verdugo, pero también la única persona que puede otorgarse la salvación.
Entiendo que tú nunca tuvieras hija. Siempre me habías parecido inalcanzable.

Quiero pensar que sentiste alivio. Aquella acusación fue la más dolorosa. Desearías que no estuviésemos juntos. Vosotros me otorgasteis la fuerza para sosteneros, la fuerza que nunca me ha correspondido. Carezco de lugar entre vosotros porque una persona debería bastarse como para alcanzar lo mejor de sí, como para saber que ha de responsabilizarse de sus acciones para tomarlas al margen de cómo éstas repercutan en los demás. Nunca aprendimos a liberarnos de la culpa.
Tus ojos se perdieron en el leve batir de los árboles. Nunca llegaría a creer que te arrepintieses de habernos tenido. Hubiese querido demostrar que no os habíais equivocado. Hay muchas maneras de huir, y la mía fue quedarme a vuestro lado, sometiéndome a la mentira que nos ataba a todos. Tener una hija que nunca llegase a adulta os permitía seguir siendo eternamente padres, y no deteneros mientras tanto a observaros como pareja.

jueves, 2 de julio de 2009

Anorexia verbal

Aquellos que viven en la atemporalidad son los únicos susceptibles de alcanzar la felicidad. Porque es el tiempo, no los errores ni las causalidades, el elemento ficticio creado por los hombres; el que sirve para tranquizarles y, al mismo tiempo, condenarles.
Lo que nosotros mismos concebimos nos domina: hay quien es perseguido por el pasado, y quien no se permite vivir sin planificar el futuro. Pero todos coinciden en algo: creen sin dudar que el presente existe.
Pero el presente es la ilusión que denomina el instante que acaba de pasar, que no existe porque antes de que puedas pensarlo se ha transformado en pasado. Necesitamos saber que, aun huyendo de las acciones pasadas o viviendo sólo porque nos quedan cosas por hacer y creemos que aún la vida puede sorprendernos, existe un componente que participa del tiempo que podemos dominar.

martes, 30 de junio de 2009

Su éxodo a Hiroshima

Me preguntó mi método para la poesía. Nunca dejarás de ser tú misma mas por lo que puedas llegar a pensar de ti.
Nunca llegarás a ser tú porque no existe como tal aquello que llamas 'yo'. La poesía es desconstrucción, es el regreso al desnudo tembloroso que se devora a sí mismo y que se deleita observando su propio desnacerse hasta hallar la ausencia total de definición, la falta de forma, la frigidez expresiva en aras de la inmersión en el sentimiento más nauseabundo de todos: el verdadero. Aquél que ya pocos se atreven a mostrar, por la vulnerabilidad que éste supone.

La poesía carece de método. Yo he visto inflarse una mentira hasta tal punto que empiece a ocupar más espacio que los propios habitantes de una casa, hasta tal punto que empiece a absorber las palabras que decidan dedicarse para tratar de mejorar la situación inexorable. He visto cómo una familia jugaba la ronda de los ausentes, y cuando llegaba tu turno podías sentirte afortunado de poder huir al fin. He visto cómo se desfiguraban los rasgos de los rostros de dos amantes que se olvidaron de mirarse por miedo, aunque en ningún momento tomaron la determinación de desconocerse.
No puedo sino sentir que llevo toda la vida esperando doblar una esquina y encontrarme, como aquellos ilusos que deciden no esforzarse, con todos los deseos a los que he renunciado por saber que podría estar a la altura de ellos. Porque es en la búsqueda y no en el cómodo encuentro donde puedo alargar mi propio desconocerme, donde puedo olvidarme de la triste dilación de los espejos por miedo. Si doblase esa esquina para encontrarme por fin, mi búsqueda finalizaría, te concedería que me cedieses aquello que deseo por mucho que sepas que detesto que me lo des, y entonces... ¿qué?

lunes, 29 de junio de 2009

La poesía carece de espíritu: por ello es pura. La poesía es fiel a lo que representa para cambiar al segundo siguiente, y mantenerse fiel a unos nuevos sentimientos, una nueva imagen que exprese lo que somos. La poesía no es pretensión estética, ni la expresión de la belleza, sino la búsqueda de ésta a través de los modos que nos representen a cada uno del modo más sincero posible.